Heredera divorciada Novela de Juliany Linares

Chapter 11



Chapter 11

Rivaldad.

Le di una rápida mirada a Abby y supo de inmediato que habia acertado por lo que se acercó con las mejillas encendidas evidentemente enfadada y acercó su oreja a mi teléfono para escuchar lo que el hombre al otro lado decia.

– Sr. Lancaster. Espero que su repentina llamada sea para informar que ya firmó el certificado de divorcio. -solté con voz fria y me mantuve fuerte, aunque mi mano comenzaba a temblar levemente, Abby se percató de ello y posó su mano en mi espalda dándome ánimos para disipar mis nervios.

Sé fuerte, Sarah, que no te afecte la llamada de ese imbécil.

Solo está llamando para limpiar su nombre, pero eso no seria tan sencillo para él, debió pensarlo antes de autorizar a su madre de hacer uso de NY Entertainment y todo para perjudicarme.

La Sra. Amelia no tiene limites, lo que ella siempre quiso, era que me separara de su hijo, ya lo hice, ¿qué más quiere de mi?

– Ya he firmado, Sra. Petit, sin embargo, el motivo de millamada no es precisamente para eso, sino por las recientes noticias en las que nos hemos visto involucrados, ¿cree que tenga unos minutos para conversar y aclarar la ola de chismes?-enarqué mi ceja y por dentro solté una risa sin gracia.

Abby me hizo una seña con su mano para que me negara rotundamente ante su petición y esboce una sonrisa burlona.

– En estos momentos no tengo tiempo para conversar, tengo una agenda muy apretada como usted comprenderá. -respondi renuente y dispuesta a finalizar la llamada en cualquier momento.

Más que nada porque mis padres se estaban acercando y no queria que supieran que estaba hablando con el hombre que me destrozo, no se habian dado cuenta que estaba hablando por teléfono

por estar sumergidos en una conversación y eso me aliviaba un poco, dandome segundos libres para terminar de escuchar lo que el Sr. Lancaster tenia para decir.

– No le robaré mucho tiempo de su apretada agenda. -insistio después de soltar un suspiro cansado, puse mis ojos en blanco y siguió hablando cuando estaba por responderle. –Digame la hora y le llamaré de nuevo.

– Me temo que no será posible. Si lo que quiere es que baje la nota de Rousell Entertainment en la que su reputación se ve afectada, debió pensarlo antes de contactar a NY Entertainment para difamarme de tal manera. – mi voz salió firme y sin un atisbo de nerviosismo, me impresionaba a mi misma la seguridad con la que estaba hablando, asi le quedaba claro que no estaba hablando con la Sarah sumisa con la que estuvo casado.

— Si es cierto que NY Entertainment está asociado con Lancaster Collection, no he sido yo el responsable de esto, ya los he amonestado por los articulos publicados. -sin darnie cuenta, le estaba dando el tiempo que me pidió para hablar conmigo, asi que abri mi boca dispuesta a dejar esta conversación hasta aqui, no pensaba darle importancia ni mi valioso tiempo a este desvergonzado.

– Sr. Lancaster, no me interesa saber más, el daño ya está hecho, mireputación ha quedado manchada y aunque usted no haya sido el responsable, de cierta manera usted tiene mucho que ver, después de todo, no hablarán de Sarah Petit, sino de la exesposa del Sr. Lancaster, que tenga un agradable dia. -sin más que agregar y sintiéndome victoriosa, finalicé la llamada con una sonrisa de satisfacción en mi rostro, dejándolo con la palabra en la boca.

Sabla que aquello lo iba a enfurecer, detestaba que las personas lo dejaran hablando solo y eso aumentaba mi complacencia.

—Esa es mi amigal Brillante, ¡qué se entere quién inanda ahoral-mi amiga celebraba con su rostro iluminado de emoción y elevó su mano para que la chocara con la mia. –Dios, te amo, la tranquita y

antipatia con la que hablaste es admirable. Yo ya le hubiese gritado hasta del mal que va a morir, – solté una risa nerviosa, mientras trataba de calmar mi acelerado corazón y el calor que se habla subido a

mis mejillas.

– A quién le vas a gritar hasta el mal que morira? – preguntó mi madre divertida, contagiandose del buen humor de mi amiga.

Mr quede inmóvil al darme cuenta de la presencia de mis padres y guardé mi celular en la cartera como si no hubiese pasado

nda

Tha.. – Abby se puso nervosa ante la pregunta de mi madre, pero rapidamente se recupero para no dejarme al descubierto, Mues, Min necesidad de decirle una sola palabra, sabia que preferla ocultar la llamada de aquel hombre. –Pues a mi hermann, es que Terorthur Mewondiomis llave’s. Ya vrá lo que le pasara a Paulliloino se atreve jugarle la broma a su hermana pequena? solté una

risita por la habilidad de mi amiga para inventar excusas tan poco creibles. – le hace lalta una novia. Sarah, ya que estas disponible.

hazme el lavor de casarte con él, me quitarás un gran peso de encima.

Mi risa se esfumo y fue reemplazada por una los que lue secundada por mi padre, quien no se esforzo por ocultar la sorpresa en las palabras tan directas de Abby.

– El joven Paul me agrada, pero es una decisión que solo puede tomar Sarah, Abtyy, no le melas a tu hermano por los ojos a Sarah!

-dijo mi madre divertida sin poder evitar reinse de las ocurrencias de ini amiga.

– ¡No quiero casarme nunca más! –solté entre risas, uniéndome albuen humor de mi madre y mi amiga, tomando el tema de Paul

como un chiste.

– Ami no me desagrada la idea. -al escuchar aquella voz prolunda y varonil detras de mimi cuerpo se estremeCIO y m

isse

esfumo.

El calor subió a mis mejillas y no me atrevi a pirar para darle la cara al hombre que acabo de despreciar.,que tanto escucho7 Dios, se

me cae la cara de la verguenza.

–––Hermano! ¡Qué bueno que estás aqui! ¿Verdad que harias muy feliz a Sarah si se

control la imprudencia de mi arniga

logró que todo mi rostro se enrojeciera, ¿es mi amiga o mi nemesis? NAMNA

Abby se engancho del brazo de su hermano y tuve que recuperar mi postura para que no v diera cuenta que me estaba muriendo

de vergüenza, sus ojos se cruzaron con los mios y no pude evitar darle un rapido vistazo de pies cabeza, vestia en un traje color plomo de diseñador hecho a la medida, su camisa blanca estaba impecable y libre de arrugas, la corbata negra con lineas grises hacian muy buena combinación.

Su cabello castaño estaba muy bien peinado hacia atrás y su barba de dias lo hacia lucir increiblemente apuesto.

– Srta. Dubois. – mi padre la reprendió con solo decir su nombre y mirarla con desaprobación, sin embargo, Paul se rio como su lo que dijo su hermana no hubiese sido lo suficientemente incomodo para todos, sobre todo para el y para mi. -Una disculpa, Sr. Dubois, es un placer tenerlo por aqui en representación de su familia. –dijo mi padre con la voz serena y estrecho su mano con la de Paul, quien no apartó su mirada café de mi, sino hasta que vio a mi padre acercándose a el.

– Sr. y Sra. Doinel, para mi es todo un honor trabajar en la empresa que mis padres tanto aprecian, estoy seguro que lograremos grandes cosas y más aún con una vicepresidente como Sarah. – Paul se tomó el atrevimiento de saludar tambien a mi madre que lo miraba con una sonrisa en el rostro y supe lo que estaba pasando por su cabeza.

Ese era el hombre que queria para mi, aunque no lo dijera, lan respetuoso, educado, con principios y valores, de una familia arraigada, además, es el hijo de sus mejores amigos.

– Joven Paul, me alegra verte por aqui. –dijo mi madre con una sonrisa que se ensanchó cuando Paul dejó un beso en el dorso de

su mano como todo un caballero.

No sabla si estaba fingiendo ser extremadamente cortés, pero mis padres estaban maravillados con el y sus buenos modales. Eigui

mi cuello al ver que Paul se dirigia a mi después de saludar a mis padies.

De cierto modo, me sentia un poco molesta con él por las noticias que se inventaron de nosotros, aunque el no haya tenido la culpa, más bien debla pedirle una disculpa por haberlo involucrado en este escandalo, pero era inevitable.

– Sarah, luce muy bien como ejecutiva. — tomó mi mano, y aunque al principio eslaba rigida por su tacto, deje que sus largos dedos se apoderaran de los mios y milé a otro lado cuando dejó un beso en

el dorso de mi mano que me hizo sentir realmente incómoda.

Ok, con un simple hola me hubiese conformado, no lenia porque ser tan caballeroso cuando el dia anterior me habia saludado con

un abrazo que los medios malinterpretaron.

– Muchas gracias, Paul. -respondi simple y sin tantos adornos, lo último que queria es que nuestro trato atectivo se

malinterpretara, menos ahora que trabajaremos juntos.

Solto mi mano con mucho cuidado, como si fuera de porcelana y tuviera miedo de que se completa, entonces me sonrio de media

con un brillo en sus ojos que me hizo estremecer.

Tia el mismo brillo que tenia desde el momento en que me vio por primera vez en el banquete y la misma mirada qur me sostuvo cutante toda la noche.

A pesar que habia pasado la mayor parte del tiempo con mis padres, mc tome un tiempo para micrtlarnie con los invitados de elite, as meina relacionando con el tiedlo. No fue hasta que Abby me interrumpo para pasar tiempo conolla y sukierniano..unque no

hablamos demasiado, brindamos un par de veces por mi nombramiento como vicepresidente de Doinel y cuando iba volver con mis

padres, volvió a darme un cálido abrazo que me hizo sentir cómoda, a tal punto que sonrei genuinamente.

Lo que no esperaba es que alguien nos fotografiara y con esa foto inventar lantas barbaridades sobre mi. – Bueno, vamos todos al mismo lugar, i no es asi7 Entrar ya al elevador, nos esperan en la sala de juntas. – gracias al cielo, mi padre

rompió el momento tan lenso para mi y tan agradable para Paul, lo podia ver en sus ojos.

Juntos entramos al elevador, mientras mi madre intercambiaba palabras con Paul sobre lo cambiado y maduro que está ahora, y lo feliz que está de que los hijos de ambas familias siguieran los pasos de sus padres.

– Es muy mono, no lo niegues. -Susurro Abby a mi lado cuando el elevador comenzó a ascender y ni siquiera la miré, sé que iba a insistir con el tema de su hermano y ya me estaba cansado.

Si, fue muy caballero, pero eso no queria decir que me gustaba o que sentia la más minima atracción por él, porque no, lo he visto como un amigo toda mi vida, casi como un hermano mayor, crecimos juntos, no podia verlo de otra manera y nadie podia obligarme a cambiar de opinion.

Además, después de mi matrimonio fallido, no queria saber nada de hombres, la única persona que merece toda mi atención y mi amor, estaba creciendo en mi vientre.

– Abby, no pasará, olvidalo ya. -Susurré mirando las puertas metálicas como si fuera lo más interesante, ignorando por completo la conversación que estaba llevando a cabo mis padres con el castano detrás de nosotras.

Mi amiga no volvió a decir una palabra más, se habia dado por vencida, pero solo por esta vez, estoy segura que iba a volver a insistir en cualquier momento, por ahora puedo estar tranquila de saber que no seguirá mencionando que haríamos una linda pareja.

Al llegar al piso de presidencia, los trabajadores nos saludaron con una sonrisa, les devolvi el saludo a todos, aunque no los

conociera.

Nunca había puesto un solo pie en este lugar, pues mi padre queria que lo conociera el dia que fuese a ocupar el puesto que me pertenece, por lo que estaba más que sorprendida por la clegante y ostentosa decoración.

Las paredes que daban a la calle, eran de cristal desde el suelo al techo, las paredes blancas estaban decoradas con cuadros en los que salian modelos usando los diseños de Doinel, el ambiente de recepción era muy llamativo, la pared detrás de la rubia, era como una fuente detrás de un cristal, el logo de Doinel destacaba muy bien,

— Buenas tardes, bienvenidos. La sala de juntas esta lista, solo faltan ustedes, desean algo para tomar? -la rubia de recepción se acerco a nosotros con una tableta en la mano y camino un paso adelante, quiándonos hasta la sala de juntas.

– Este lugar está increible. – dijo Abby sin ocultar la sorpresa por el diseño de la empresa, la verdad es que si, estaba increible.

– De momento solo agua, antes de comenzar la reunión le ofreces algo para tomar a toda la junta. - dijo mi padre caminando con

seguridad a lo largo del pasillo hasta llegar a unas puertas corredizas de cristal con un aviso que decia Sala de juntas.

La mujer abrió ambas puertas y nos invito a pasar, entré detrás de mis padres y lo primero que vi fue la larga mesa que estaba siendo ocupada casi en su totalidad por ejecutivos muy bien vestidos que pusieron toda su atención en nosotros, pero más que nada, en

– Buenas tardes a todos, disculpen nuestra lardanza. Por favor, tomen asiento.-mi padre se sento en la cabecera de la mesa, mi madre a su lado derecho, yo al izquierdo. Abby se sento a mi lado y Paul al lado de mi madre.

Larubia que nos guio hasta aqui, nos atendió amablemente y pedi un té para relajarme.

Mi padre dio inicio a la reunión, felicitando a lodos por el gran trabajo que han hecho hasta ahora, yo permaneci en silencio observando maravillada el buen lider que es, entonces llegó la hora de anunciar oficialmente a la nueva vicepresidente, o sea, yo.

.. Como ya sabıran, Sarah Pelit será de ahora en adelante la directora de la compañía, espero que todos puedan cooperar con ella y Hlevar un ambiente laboral armonioso como siempre se ha sido. Este puesto ha estado vacante por mucho tiempo y Sarah es la Indicada para oruparlo. – mi padre lermino de hablar y esboce una sonrisa a todos los presentes en modo de presentación.

Entonces, una nujer castaña de unos treinta y tantos anos, se puso de pie, sus ojos estaban levemente enrojecidos y su cero fruncido, parecia que no estaba contenta con el comunicado de mi padre,

Disculpe, Sr. Doinel, pero no creo que la Sra. Pelit sea la indicada para este cargo, solo por ser la esposa del St. Lancaster 7 No estoy de acuerdo con esta repentina decisión, yo me he preparado por los soy la más calificada para asumir y manejar esta posición, lo Writo pero prehrpicliarme anles que estar en la enpresa con la Sra. Petit corno vicepresidente. . la mujer estaba Iuriosa mientras planteaba su objecion, la iné PJATTIPIC con una ceja cnarcada y al darse cupta de ini mirada, de milloron puidente odio en sus

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ojos.

Abby susurro a mi lado un: “Esta perra que se ha creido.” Y no pude evitar soltar una sonrisa burlona que hizo que el rostro de

aquella mujer se tornara aún más rojo.

Mi padre la miró sin ninguna expresión en su rostro y mi madre parecía tan ofendida como si aquello hubiese sido un ataque para

ella y no para mi. Luego de unos segundos mi padre se levantó de su costosa silla y camino de un lado a otra con las manos en sus bolsillos, ninguno en la mesa perdia de vista cada movimiento del jefe, expectantes a lo que estaba por decir.

– Sra. Boyer, ¿está cuestionando mis decisiones? -Su voz salió tan gélida e insensible, que hizo que la mujer de apellido Boyer, se quedara estremeciera y volviera a tomar asiento, se debe estar arrepintiendo de haber dicho aquello.

–Sr. Doinel, yo me he esforzado por muchos años para asumir este cargo, soy la mejor candidata, ¿cómo va a dejarle este puesto a una recién llegada? Ni siquiera sabemos si es competente o capaz de asumir una responsabilidad tan grande, si le ha quedado grande el papel de esposa, ¿qué se puede esperar como vicepresidente? –senti todas las miradas sobre mi, sin embargo, no aparté mi mirada con

una ceja levemente enarcada, de esa mujer que parecia frustrada, una sonrisa burlona apareció en mi rostro.

Ella pensaba que con aquello iba a herirme y actuaria de la pero manera, por lo que pude notar su cara de desconcierto al ver la

tranquilidad con la que estaba sobrellevando sus palabras.

– Los que no estén de acuerdo con mi decisión, pueden entregar su carta de renuncia, las aprobare de inmediato. -dijo mi padre

indiferente al volver a la mesa solo para apoyar sus manos en el cristal.

El silencio reino y la cara de la mujer que había estado roja de rabia, palideció en cuestión de segundos, de pronto dejó de estar a la

defensiva y me miró como si fuera una piedra en su zapato.

Ylo era se habia sentido humillada por las palabras de mi padre, a quien no le importó lo bien que ella hablaba de si misma. eso fue

una bofetada para ella.

– Sr. Doinel, respeto su decisión, voy a cooperar con la vicepresidente.-a pesar del arrepentimiento de la Sra. Boyer, mi padre no

dijo una sola palabra, lo miré y vi la mirada severa que le estaba dando a la mujer, la estaba obligando a disculparse conmigo sin decir

nada. -Sra. Petit, espero que pueda disculparme por mi transgresión, la noticia me ha tomado desprevenida,

Sonreí sin gracia y asenti con mi cabeza después de varios segundos, aunque por mi actitud, dejaba en claro que no aceptaba sus

disculpas forzadas después de todo lo que dijo.

– Muy bien, se levanta la sesión, pueden volver todos a sus puestos.


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